Escucha, escucha...


Uno de esos domingos que ya no aguantas más la capital nos fuimos de excursión a Segovia, un plan muy recomendable... que seguro que el 99,9% de los madrileños ya han hecho, pero bueno.

En esa ciudad al pie de Guadarrama y ejemplo de diversidad cultural bien conservada, nos encontramos con algo que desentonaba en un entorno casi idílico y palaciego. A las puertas de la Iglesia de San Martín, en la plaza de Juan Bravo, había un grupo de jóvenes con una pancarta desplegada y una mesa para recoger firmas. Ignoro cual sería el éxito alcanzado de la protesta, pero una cosa estaba clara; ahí estaban, tímidos y silenciosos, pero con su demanda firme: ¡Hart@s de la Sepulvedana! Por un transporte digno.

¿Qué pasará con la Sepulvedana? lo ignoro, la verdad. No se si los asientos son incómodos o los buses tercermundistas, pero lo más importante es que están en la calle, por algo será. Protestar es fácil, pero tomarse molestias como invertir el tiempo en esta causa, hacer una pancarta y recoger firmas, podemos decir que son palabras mayores. Además, ya se aprecia el goteo en internet de comentarios de consumidores hastiados.

Si, tenemos en cuenta que esto es a pequeña escala, una empresa de autobuses que cubre el trayecto Madrid - Segovia, bien. Pero, que pasa con Renfe? Iberia? Ryanair? anda que no hay compañías de transportes de las que se protesta con razón. En fin, estos merecerían un post aparte.

Segovia es una ciudad universitaria, los jóvenes son los que encabezan esta protesta, y deben ser un porcentaje elevado de consumidores de La Sepulvedana. Yo no haría oídos sordos señores, quizá alguien descubra esos insights y los escuche...entonces será cuando les duela de verdad. En Pamplona pasó algo parecido y una empresa supo adaptarse a las necesidades de los más jóvenes, digamos que un transporte low cost y con horarios adaptados a este segmento. Parece que le va bien y está haciendo pupa a las que operaban siempre en esa zona. ¡Escucha antes de que sea tarde!

Me hace gracia que Steve Jobs (Apple) diga que "no hay que escuchar al consumidor, hay que observarlo!" y Trevor Edwards (Nike) le secunde. Bien, ustedes no escuchen y observen aquí en que se está convirtiendo este "pequeño" porblema para la marca.